No existe en la nada de este confín.
Nada.
Ni déseo ni existencia.
Ni tiempo, ni amor ni paciencia.
Del ser al no ser vuelvo, vuelto de mirar tu presencia.
Y en ese todo asciendo.
Vivo este olvido con impaciencia.
No cabe mañana en esta noche de pasión eterna.
Cambiar el mundo es cambiar la forma de ver el mundo. Poesía Pura. Miguel Mochales, maestro Zen. .
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