Abrazar el silencio.
Abrazar el silencio es lento, esa parte y nadie sabe dónde es. Es como recorrer el cielo con los pies llenos de barro. Tan solo porque un día quisiste dejar tu huella en las nubes.
Ahora tú y yo llegaremos a las nubes, teñidas de algodón y oscuridad, y profundamente románticas pero no seré yo quien te escriba cada noche porque has de sonreír.
No recordar el silencio es nombrarte, sí, ese nombre tan bonito que me da sonrojo repetir y por eso me callo.
No digo nada, solo te envuelvo en las lágrimas de las nubes donde pise con mi zapato manchado de barro para que tú me abrazaras.
Quizás el primer espectáculo sea el amor, sin tiempo, amor sin amar en amor.
La noche baja una profunda herida despellejada de romanticismo para que tú camines en este ocaso.
Seguramente no sabes nada de mí, y por eso yo me tenga que aprender en ti. No voy a agarrarme solamente a aprender qué fue lo que fui en ti.
...no le busques sentido no lo tiene o no. Miguel Mochales maestro zen.
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