La vida es algo más que un verso apasionado.
Es trascender a base de miradas la mirada más profunda que es tu sonrisa.
Herido de atardecer vuelvo a despertar.
La vida es algo más que un beso apasionado, es el proceso por el que te llama y donde escribo tu nombre sin volver a saber nada más, tan solo las letras que te nombra bordar en la página de amor que rubricó.
Escribí tu nombre una y otra vez, tan lento que la letra se redondeada en cada giro y en cada curva de la pluma.
Tu nombre con fe, y también con frenesí. Hasta que me temblaban los dedos, porque era tu nombre el que corría por ellos.
Lento hice la rúbrica, para que en cada lazo pudiera volver a ti.
Volver a ti este amor y este corazón.
Volver como un niño ilusionado a tu amor.
...no le busques sentido no lo tiene, o no. Miguel mochales, maestro zen.
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