La vida no conoce el ayer para que yo te pueda mirar en el mañana. Ojalá camines tan cerca como yo quiero que estés, pero la noche aunque sea larga y distante siempre te abrazara.
Solo los que vivimos solos aprendemos a sonreír a las sombras del universo.
Solo los que caminan entre espacios tristes alcanzan a besar al buda en el lugar donde se huye del ayer y del hoy..
No quiero que vengas a buscarme porque si no vienes hoy yo no iré mañana allá donde la tarde cae clavada desde el cielo a la ausencia del universo.
Por más que bajes de la duda la pregunta no te responderé yo aquello que quieres saber como realizable.
Si no comprendieras esto no vengas a mí.
No vengas y olvida todo y por favor, guarda en la mañana el instinto de sonreír.
…no le busques sentido, no lo tiene, o no. miguel mochales, maestro zen
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