El concepto Zen, profundamente enraizado en la meditación y el equilibrio interno, tiene el poder de transformar la estructura de una organización al ofrecer una nueva perspectiva de liderazgo. La mística imagen de "poner al abad del monasterio en la puerta del monasterio" simboliza una gestión consciente, donde el líder no solo es el encargado de tomar decisiones, sino que actúa como un puente entre los mundos internos y externos de la organización. El abad en la puerta se convierte en un ser presente, atento al flujo de la vida cotidiana y capaz de responder con serenidad ante las adversidades. Este enfoque Zen invita a que el liderazgo se base en la escucha activa, el respeto mutuo y la claridad mental. De este modo, la organización crea un ambiente armónico donde los empleados, al igual que los monjes, se sienten parte de un propósito colectivo más grande. En términos de economía sostenible, este modelo promueve una visión de abundancia, en la que el bienestar de todos los miembros de la comunidad organizacional se prioriza, y las decisiones se toman de manera ética y con visión a largo plazo, favoreciendo la sostenibilidad social, económica y medioambiental. Este tipo de liderazgo es capaz de generar resultados no solo financieros, sino también una prosperidad más amplia para la sociedad y el planeta dc
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