La fractura de la unidad.

 # **DIABLO, DÍA, VOLÓ: UNA TEOLOGÍA DE LA FRACTURA**  

La fractura es el drama fundamental del ser. En la raíz de la existencia hay una disyuntiva: la unidad o la dispersión, lo divino o lo dividido. Lo que es uno, es divino. Lo que se parte, se di-visa, se di-abla. El diablo no es un ser con cuernos y cola; es el principio de la división, el querer dos cosas a la vez, la imposibilidad de sostenerse en la unidad del querer puro.  

## **1. El Diablo: El que Divide**  

La etimología es reveladora: *diábolos* (διάβολος) en griego significa "el que divide", "el que arroja separación". No es un ser, sino un principio. Es el acto de desgarrar lo indivisible, la entrada de la contradicción en la voluntad. Cuando alguien dice "quiero, pero no quiero", ya ha caído. El pecado original no fue comer del fruto, sino la indecisión: "seréis como dioses" y "moriréis". Dos quereres, una fractura.  

El diablo es la disyuntiva sin resolución, la tentación de lo múltiple frente a lo uno. En él, el ser se desgaja en opuestos irreconciliables. La voluntad, en lugar de ser pura acción, se convierte en un campo de batalla.  

## **2. Día: La Separación de la Noche**  

El día es lo que irrumpe. Es la luz que divide la oscuridad, la frontera que separa el tiempo en antes y después. Su esencia es la distinción. En Génesis, Dios dijo: "Sea la luz" y separó la luz de las tinieblas. La creación misma comienza con una división. Pero, ¿es esta una fractura o una revelación?  

Si la luz se vuelve un absoluto, si es tomada como única y rechaza la noche, se convierte en ceguera. La unidad no es la simpleza de lo homogéneo, sino la armonía de los contrarios. El día solo es pleno si abraza su noche.  

## **3. Voló: La Caída del Que Quiere Dos Cosas**  

Lo que se fragmenta, cae. Volar es movimiento, pero también es caída si no hay dirección. Lucifer es "el que cayó del cielo". ¿Por qué cayó? Porque quiso dos cosas: ser como Dios y no ser Dios. Quiso luz y sombra. Esa contradicción fue su fractura y su vuelo terminó en abismo.  

La libertad humana repite esta tragedia. Queremos el bien, pero amamos el mal. Anhelamos unidad, pero nos fascina la dispersión. Volamos, pero no sabemos si ascendemos o caemos.  

## **4. Lo Divino: Lo No Dividido**  

Lo divino es lo que no se parte. La palabra *divino* proviene de *divus*, que significa "pleno", "completo". Su opuesto no es solo "demoníaco", sino *diviso*: lo fragmentado, lo disperso, lo que ha perdido su totalidad.  

La divisa es el símbolo de lo roto, de lo que ha sido separado para marcar diferencia. Una nación se distingue por su divisa, pero a costa de la unidad humana. Un ejército porta divisas para distinguirse del enemigo. Toda divisa es un signo de guerra, porque señala que lo uno ha sido roto en partes.  

## **5. Conclusión: La Guerra entre la Unidad y la Fractura**  

El conflicto supremo no es entre el bien y el mal, sino entre lo uno y lo múltiple. Entre el querer puro y la voluntad fragmentada. Entre la unidad divina y la fractura diabólica.  

Quien quiere dos cosas a la vez, se divide. Quien se divide, cae.  

Pero quien es uno en su querer, es divino.  

La verdadera batalla es interior: ¿serás unidad o serás fractura? DC