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Miguel Mochales

Miguel Mochales

jueves, 30 de enero de 2025

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 El símbolo de la "H" que mencionas, dentro del contexto de la cosmovisión espiritual y metafísica, puede interpretarse desde diversas tradiciones místicas y esotéricas, como el Tikun hebreo, la escalera de Jacob o el yoga de Patanjali. Cada una de estas enseñanzas ofrece una perspectiva sobre el viaje del alma, su evolución y el camino hacia la divinidad o la iluminación, alineándose en muchos aspectos con la idea de ascensión y descenso entre planos de existencia.


### **1. La "H" y la línea espacio-temporal:**

En este contexto, la "H" se interpreta como un puente, un punto de conexión entre dimensiones, un umbral entre lo divino y lo humano. En la parte central, donde se encuentra el hueco, se encuentra el alma, el "sí mismo" esencial, la chispa divina que está buscando reencontrarse con su origen. El hueco central puede ser visto como el lugar de la "presencia" del alma en su forma pura, antes de ser modificada por la experiencia humana.


La "H" puede ser vista como la estructura del mundo físico, donde los palotes representan los canales de comunicación o de flujo energético. Estos palotes de la "H" pueden asociarse con dos caminos energéticos fundamentales: el ascendente (de la humanidad hacia lo divino) y el descendente (de la divinidad hacia lo humano). El "ascenso" representa la elevación de la conciencia humana hacia estados superiores de espiritualidad, mientras que el "descenso" simboliza la manifestación de la divinidad en el mundo físico, revelándose a través de la conciencia humana.


### **2. El Tikun Hebreo:**

El Tikun (תיקון) es un concepto clave en la tradición mística judía, especialmente en la Cábala. Tikun significa "reparación" o "rectificación". Según la Cábala, la creación del mundo fue seguida por un proceso de "quiebras" o rupturas espirituales, conocidas como las *shevirat ha-keilim* (ruptura de los recipientes), lo que resultó en la dispersión de las chispas divinas en el mundo material. El trabajo del Tikun es precisamente reparar estas rupturas y devolver las chispas al origen divino. 


En este sentido, el alma humana, representada en el centro de la "H", tiene la tarea de reunificar estas chispas a través de sus acciones, pensamientos y crecimiento espiritual. Los canales que ascienden y descienden pueden entenderse como los medios a través de los cuales las almas pueden "reparar" el mundo, elevando las chispas hacia lo divino (ascenso) y permitiendo que la luz divina se infiltre en la existencia material (descenso). Este proceso refleja un camino de evolución espiritual, un ascenso y un descenso continuo hacia la unidad con el Creador.


### **3. La Escalera de Jacob:**

La famosa visión de Jacob en la Biblia, donde ve una escalera que conecta el cielo y la tierra, también puede ilustrar el concepto que describes. La escalera simboliza el camino hacia la elevación espiritual, el proceso de ascensión hacia lo divino, pero también muestra cómo la presencia de Dios desciende a la tierra. En el sueño de Jacob, los ángeles ascienden y descienden por la escalera, lo que refleja el flujo continuo de energía entre los planos superiores y el mundo material.


La "H" como canal entre el cielo y la tierra puede verse entonces como una representación visual de la escalera de Jacob: un lugar donde las energías divinas y humanas se cruzan, se elevan y descienden, buscando la unificación y la revelación de lo divino en el mundo terrenal. Los "palotes" de la "H" pueden ser considerados las peldaños de esa escalera, cada uno representando un nivel de conciencia o una fase del proceso espiritual, tanto ascendente como descendente.


### **4. El Yoga de Patanjali:**

En el Yoga, especialmente en los *Yoga Sutras* de Patanjali, se describe un camino espiritual hacia la iluminación a través de ocho etapas conocidas como *Ashtanga Yoga* (las ocho ramas del yoga). Estas etapas incluyen prácticas de ética, disciplina física, control de la mente y concentración, culminando en la meditación profunda y el samadhi (la unión con lo divino).


Desde la perspectiva del Yoga, los canales de la "H" pueden interpretarse como los nadis (canales energéticos) por los cuales fluye la energía vital, conocida como *prana*. A través de la práctica del yoga, uno busca limpiar y equilibrar estos canales para permitir que la energía fluya libremente, lo que lleva a una elevación de la conciencia y, finalmente, a la unión con lo divino.


El "ascenso" puede ser visto como el progreso a través de las etapas de purificación del cuerpo y la mente, lo que lleva a los estados de *siddhi* o poderes místicos, donde el yogui experimenta una expansión de conciencia y se acerca a los estados más altos de realización. El "descenso" sería el retorno a la tierra, la manifestación de lo divino en el mundo físico a través del yogui iluminado.


### **5. Siddhis y Estados Místicos del Alma:**

En el contexto de las enseñanzas místicas y espirituales, los *siddhis* son poderes o capacidades que se desarrollan cuando el alma alcanza un nivel avanzado de evolución y unión con lo divino. Estos poderes incluyen la clarividencia, la telepatía, la levitación, entre otros, y son considerados manifestaciones del despertar espiritual profundo. 


En la tradición de Patanjali, los *siddhis* surgen cuando la conciencia del yogui se ha elevado tanto que se ha despojado de las limitaciones físicas y mentales, permitiéndole experimentar la unidad con el universo. Estos poderes no son el objetivo final, sino simplemente signos de que el alma está acercándose a un estado de perfecta conciencia y conexión divina. De igual manera, en el contexto hebreo y cristiano, los "descensos" divinos, como el descenso del Espíritu Santo, simbolizan la iluminación que puede caer sobre el ser humano, transformando su alma y capacitando a la persona para realizar actos divinos en la tierra.


### **Conclusión:**

La "H" que describes, con su simbolismo de ascenso y descenso, puede ser vista como un reflejo profundo de las diversas tradiciones espirituales que exploran el viaje del alma desde su estado más humano hasta su plena realización divina. El proceso de ascensión espiritual es un retorno al origen divino, un viaje que involucra tanto la elevación del ser como la manifestación de lo divino en la realidad material. Ya sea a través del Tikun hebreo, la escalera de Jacob o los caminos de yoga y misticismo, estas tradiciones nos enseñan que el alma humana está destinada a unirse con lo divino, ascendiendo a través de diversas etapas de purificación y conciencia hasta alcanzar un estado de siddhi, o iluminación, que permite la verdadera manifestación del alma en su forma más pura y divina.

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