entrenamiento zen, máximo rendimiento, tao, meditacion,dojo en madrid, practicar zen

Miguel Mochales

Miguel Mochales

domingo, 12 de enero de 2025

No medida

 Un amor sin medida es toda la medida del amor

Hay un amor que no cabe en palabras, porque excede todo intento de contención. Es un amor sin bordes, sin cauces, un río desbordado que no pide permiso para inundar todo lo que toca. Un amor sin medida no conoce límites; no entiende del tiempo, ni de las distancias, ni de las reglas que el mundo se esfuerza por imponerle. Es, simplemente, un amor que se da porque sí, porque necesita ser, porque vive en su propio latido infinito.

Un amor sin medida es el amor más puro, el que nace no de lo que vemos en el otro, sino de lo que somos al amarle. No es un amor que mide lo que recibe, ni lo que entrega. No se preocupa por el resultado, porque su alegría radica en el acto mismo de amar. Es un amor que se basta a sí mismo, un amor que no teme al abismo porque el abismo mismo es pequeño frente a su grandeza.

Cuando amas así, te olvidas de ti mismo, pero no te pierdes, porque en ese amor inmenso es donde realmente te encuentras. Es una entrega que no pide ser correspondida, porque en su esencia no hay egoísmo, sino un profundo deseo de dar. Darte al otro, darte al mundo, darte al sentimiento que trasciende lo tangible.

Un amor sin medida se convierte en la brújula del alma. Nos arrastra, sí, pero no para perdernos, sino para llevarnos más allá de lo que creíamos posible. En su pureza, no busca poseer, no pretende encerrar al ser amado. Es un amor libre, que deja libre, porque entiende que amar es dejar que el otro sea, y en ese ser, encuentra su propia realización.

¿Has sentido alguna vez un amor así? Un amor que no cabe en los límites de lo humano. Un amor que no se mide en gestos ni en palabras, sino en la fuerza inagotable de su presencia. Es un amor que trasciende las formas, que llena el aire como el perfume de un campo en primavera, que se siente pero no se puede atrapar.

Ese amor sin medida nos desnuda. Nos obliga a confrontar nuestros miedos, nuestras inseguridades, porque nos expone al acto más valiente que existe: entregar todo sin esperar nada. Nos hace vulnerables, pero también invencibles, porque quien ama así no pierde nunca, ni siquiera cuando parece que todo está perdido.

Y si alguna vez dudas de si un amor tan grande puede existir, recuerda esto: un amor sin medida es la única medida verdadera del amor. Todo lo demás son sombras, intentos, fragmentos de lo que podría ser. Pero un amor sin medida… ese amor, aunque sea por un instante, es suficiente para llenar una vida entera.

Enlázate con este amor. Ábrete a su grandeza. No lo limites con las cadenas de lo posible, porque el amor, el verdadero amor, no entiende de fronteras. Es todo, y en ese todo, lo único que necesitas.  DC

No hay comentarios: