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Miguel Mochales

Miguel Mochales

domingo, 28 de septiembre de 2025

Capítulo 1

 


Capítulo 1 – El Despertar



El despertar no es algo que se consigue con el tiempo, con años de práctica, ni con fórmulas complicadas. El despertar es un acto de decisión consciente, un momento en el que tu atención se expande y reconoce lo que ya eres. No se trata de aprender algo nuevo, sino de recordar y activar la energía y la conciencia que habitan en ti desde siempre.



1.1 La atención despierta



Cuando despiertas, todo cambia. Tu cuerpo percibe antes que tu mente, y tu mente comienza a seguir el ritmo que el cuerpo marca. La atención deja de estar dispersa y se centra en lo que es real ahora. Cada respiración, cada latido del corazón, cada tensión o relajación es un indicador de tu estado interno.


Ejercicio 1: Meditación de un minuto para despertar


  1. Ponte de pie, con los pies firmes en el suelo, separados a la anchura de tus hombros.
  2. Cierra los ojos y siente el contacto de tus pies con la tierra. Percibe cómo tu peso se distribuye.
  3. Respira profundamente tres veces, sintiendo cómo el aire llena tu vientre y se expande hacia la espalda.
  4. Durante un minuto, observa tu cuerpo y tu respiración. No hagas nada, solo percibe.



Reflexión: incluso un solo minuto de atención plena puede ser suficiente para activar tu conciencia y notar la diferencia entre un estado dormido y un estado despierto. El despertar es inmediato; no depende de tiempo ni de enseñanzas externas.





1.2 El árbol invertido



Imagina tu cuerpo como un árbol invertido: las raíces están en la cabeza y el tronco y las ramas se extienden hacia abajo, hacia la tierra. La fuerza y estabilidad de tu vida dependen de cómo sostienes tus raíces y cómo permites que la energía fluya hacia abajo.


Ejercicio 2: Conexión con el árbol invertido


  1. Coloca los pies firmes en el suelo.
  2. Imagina que la energía de tu cabeza baja lentamente por la columna hasta tus pies, como savia que nutre las raíces.
  3. Mantén la postura erguida y siente cómo cada músculo se activa suavemente, sosteniendo tu cuerpo como un tronco sólido.



Reflexión: si no meditas con el cuerpo, no das frutos. La meditación de pie es el método más directo para activar tu energía vital, conectar con la tierra y preparar la mente para cualquier desafío.





1.3 Despertar es acción



El despertar no se logra con la espera ni con la pasividad. Se logra con la decisión de actuar, con la determinación de entrenar tu cuerpo y tu mente. No importa si tienes dudas, miedos o distracciones: cada acción consciente te acerca a tu verdadera fuerza.


Ejercicio 3: Activación inicial


  1. Aprieta ligeramente el abdomen hacia adentro, activando los músculos internos.
  2. Eleva el sacro suavemente, sintiendo que despierta tu centro de energía.
  3. Mantén los hombros relajados y abre ligeramente el pecho.
  4. Siente cómo cada músculo responde a tu intención.



Reflexión: despertar es tomar la medida de tu vida en el cuerpo, no solo en la mente. Tu cuerpo es el primer indicador de que algo dentro de ti ha comenzado a moverse, a abrirse y a expandirse.





1.4 La energía del despertar



Cuando despiertas, sientes energía acumulada que hasta ahora estaba dormida. Esta energía es vital, es la fuerza que transforma tus emociones, tus decisiones y tu presencia en el mundo. Cada gesto, cada respiración y cada postura consciente alimenta esa energía.


Ejercicio 4: Percibir la energía


  1. Coloca las manos a los lados del cuerpo, relajadas.
  2. Respira profundamente, sintiendo cómo el aire activa la energía en los pies, sube por las piernas y llega al abdomen.
  3. Imagina que esta energía llena todo tu cuerpo, desde la punta de los dedos hasta la coronilla.
  4. Observa cualquier cambio en tu respiración, en tu postura o en tus sensaciones.



Reflexión: el despertar no solo es mental, sino físico, emocional y energético. Al activarlo en el cuerpo, todo tu ser comienza a sincronizarse y a vibrar con mayor claridad.





1.5 Palabras finales del despertar



El despertar es un regalo que te das a ti mismo. No requiere aprobación de otros ni condiciones externas. Es la decisión de ser consciente ahora, de sentir tu cuerpo, tu respiración, tu energía y tu entorno con plena atención.


Recuerda: no necesitas 10 años para despertar. Cada momento consciente puede ser suficiente para activar tu energía, tu claridad y tu capacidad de vivir plenamente.




Si quieres, puedo continuar con el Capítulo 2 completo, que es “El árbol invertido: meditar de pie”, integrando toda la metodología Ritsu-Zen, los ejercicios de postura, respiración y canalización de energía.


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