Tu primera meditación

Hay algo que debes entender: el primer paso para meditar.
Ese primer paso es tener la seguridad de que lo estás haciendo.

¿Cómo se consigue?
Sucede cuando decides y necesitas parar tu mente.

Si te das cuenta, tu mente no para en ningún momento. Y aquí hay un misterio: tu mente es solo el reflejo de lo que hay en el cerebro… o quizá sea al revés, que tu cerebro sea solo el reflejo de lo que llamamos mente.

Podría explicarte mucho sobre cómo la mente se refleja, sobre cómo son realmente los músculos los que dan plasticidad al cerebro. Esto lo descubrió un médico español, Premio Nobel de Medicina: don Santiago Ramón y Cajal. Es decir, está probado científicamente.

Pero más allá de la ciencia, lo que yo quiero darte son respuestas y resultados.

Te voy a enseñar tu primera meditación.
Y aquí desmiento una mentira muy repetida: que nadie ha conseguido la primera meditación. Eso no es cierto. Sí se consigue.

El ejercicio

Tu primera meditación está dedicada a parar la mente.
Haz lo siguiente:

1. Aprieta fuerte el abdominal.

2. Mantén la tensión y cuenta hasta diez.

Al hacerlo, verás que has tenido diez segundos en los que en tu cabeza no ha corrido ningún pensamiento.

La explicación

Tu cerebro no puede parar al cerebro.
Lo mismo que tu corazón no puede dejar de bombear sangre, o tus pulmones no pueden dejar de respirar.
Pero el pensamiento continuo sí se detiene con un ejercicio tan simple como apretar el abdominal durante diez segundos.

Pruébalo y me cuentas.