Garras de Oso 2
Este movimiento, al ser un sello tan poderoso, te lo aconsejo siempre, siempre, siempre después de haber hecho un movimiento tipo Nahual —que recarga todo el cuerpo— o un proceso de activación como los laterales con dedo pulgar hacia arriba.
Es fundamental cómo trabajas el Vajra, es decir, el eje lateral de hombro a hombro, porque ahí se sostiene todo el proceso de expansión de consciencia.
La secuencia es clara: cargas trapecios, abres codos, y aquí viene lo esencial. Toda la energía va desde atrás, desde la entrada en esa joya del loto, hacia delante en una cargada de hombros. Primero retraes, luego elevas hombros, y después cargas trapecio.
El sello Garras de Oso, con esa tirada hacia afuera, provoca que la garganta y el pecho se abran. Es como si dos fuerzas laterales trabajaran excéntricamente, expandiendo el chakra laríngeo, el pectoral superior y, sobre todo, esa unión tan delicada entre esternón y clavículas. Ahí nace una autoexpansión que despierta un fuerte volumen de sentimiento interior.
Cuando notes que tiran los trapecios y los hombros laterales, algo se habrá sellado: habrás alcanzado el nivel máximo de fuerza y voluntad. Y desde ahí, entras en una fase muy especial: la de la autoconsciencia.
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