Meditación en tres niveles
Existen tres medidas, tres niveles de meditación.
Primer nivel: los glúteos, la cadera, el sacro
Colócate de pie, con las rodillas ligeramente dobladas.
Aprieta las piernas hacia adentro.
El movimiento y la atención se centran en notar cómo la energía asciende y llega al glúteo.
El punto de consciencia aquí es el hueso del sacro.
Este nivel es el más básico y fundamental, el que te permite actualizarte al tiempo en el que vives.
Es el ancla en lo real, en lo que es fijo y visualizable.
Segundo nivel: los hombros, el centro de los trapecios
Sitúa los brazos separados del cuerpo, mejor lateralmente que al frente.
Desde esa apertura, la energía se concentra en los hombros y en el punto central de los trapecios.
Este nivel te da mayor consciencia del tiempo presente.
Es la meditación de tu propio espacio: tu jardín interior, tu terreno íntimo y único.
Tercer nivel: los ojos, el tercer ojo
Eleva la mirada hacia arriba, hacia la zona de las cejas.
Concéntrate en el punto central de la frente: el chakra del tercer ojo.
Este nivel te introduce en el mundo de las ideas, lo abstracto, lo perceptivo.
Es el salto hacia el campo superior de tu consciencia.
Resumen de dimensiones
Primera dimensión: lo real, lo concreto, lo que puedes tocar.
Segunda dimensión: la emoción, el sentimiento, lo que sientes.
Tercera dimensión: lo abstracto, el campo de percepción.
Tienes tres mundos, y en cada uno de ellos hay un nivel de meditación que te conecta, te expande y te transforma.
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