Deltoides Posterior 4
El próximo ejercicio comienza en la posición de doble bíceps, apretando hacia atrás y manteniendo toda la tensión en el deltoides posterior. Con este gesto, el deltoides posterior deja de ser solo un músculo aislado: se convierte en el músculo generador, transmitiendo la energía al tríceps y al resto de la musculatura del hombro a través de un movimiento de torsión del codo a lo largo del cuerpo.
Desde el doble bíceps, aprietas fuerte hacia atrás y, desde ahí, subes lentamente, pasando por detrás de la nuca, hasta la posición de doble serpiente arriba. Allí marcas un instante la postura, sintiendo cada fibra, y luego vuelves a bajar a doble bíceps. Cada repetición es una cadena de tensión que comienza en el deltoides posterior y se expande, uniendo fuerza, control y conciencia en un solo movimiento de altísima intensidad.
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