Esta vida no tiene medida. Lo que llamas pasado, presente o futuro no existe; este mundo es un presente continuo. No existe el “voy”, el “perfecto”. Puede suceder algo, sí —pero en esencia no existe.
¿Me permitís que os hable? Dios en ti es un ángel dentro de un ángel, y aun así sigues viviendo como si fueses solo un mamífero superior. La única diferencia con el perrito es que tú tienes sentimientos, presentimientos. ¿Cuándo vas a empezar a crear tu vida, tu realidad, tu despertar? Empieza desde el lugar donde estás. Empieza desde el sitio en que te encuentras. Empieza: meditando así, ya estás aparte.
Fíjate —y con esto cierro esta pequeña elocución— cuanto más estás aparte, más integrado estás en lo que eres. Eso se llama despertar. Y no digo que lo otro fuese un sueño feo. ¿Me oís? Despierta. Despierta: el día es muy bonito. Despierta: la esperanza es preciosa. Despierta: lo que viene es increíble. Por favor… despierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario